Muchos desiertos en el mundo se encuentran como destinos para las vacaciones, en Colombia encontramos el desierto de la Tatacoa, el de la Guajira, el de la Candelaria y otros. Pasar unos días disfrutando de la arena y el paisaje es un buen plan para muchos, pero no es tan interesante cuando la estadía se prolonga más de lo pensado.

Y eso fue lo que le pasó al pueblo de Israel, por su rebeldía, lo que pudo haber sido una jornada de unas dos semanas se convirtió en un viaje de 40 años. Fue un largo período de tiempo…

Dios usa el tiempo como la manera de procesar nuestras vidas para entregarnos las promesas que nos ha hecho. El tiempo probó el corazón del pueblo de Israel y es lo que hoy prueba nuestro corazón. Muchos pueden decir: si Dios todo lo sabe ¿Por qué necesita saber lo que hay en nuestro corazón? La verdad es que, quienes realmente necesitan saber lo que hay en el corazón somos nosotros y el paso del tiempo es un instrumento que el Señor utiliza para que salga a la luz lo que hay en él. 

Todo tiene su tiempo…

En esta época donde todo se mueve a gran velocidad, donde debes aprender rápido, comer rápido, trabajar rápido, nos encontramos con que Dios se mueve lentamente y sin afán. En el versículo de Deuteronomio, Él le dijo al pueblo de Israel que lo había llevado por el desierto para probarlos. Dios en muchas ocasiones nos lleva a los desiertos para que a través del tiempo que permanecemos en Él sean probadas nuestra intenciones, se evidencien nuestros deseos y finalmente podamos darnos cuenta si vamos a obedecer al Señor o no, si vamos a cumplir sus mandamientos o seguiremos caminando según nuestra voluntad ego centrada.

A medida que pasa el tiempo, en medio de una enfermedad, una situación económica difícil, una relación que se deteriora, una nueva oportunidad que no llega o cualquier otra situación, nuestro corazón será probado para que nos demos cuenta de que Él es el Señor que prueba la mente y corazón. 

Esta semana:

Reflexiona acerca de tu vida y circunstancias y responde estas preguntas:

¿Qué ha estado sucediendo de manera lenta que prueba tu confianza y obediencia al Señor? ¿Esperarás o tomarás el control y lo harás a tu manera? 

Oremos:

Padre Celestial, gracias por probar mi corazón y revelar lo que me estorba para alcanzar tu promesa. Por favor ayúdame a esperar y obedecer fielmente mientras tú transformas mi carácter mediante la espera en el desierto. Gracias porque una vez pase el proceso podré entrar en la bendición de tu promesa. Ayúdame a ser paciente para heredar tu reino, en el nombre de Jesus, amen. 

Rodrigo & María Helena Yepes

Spiritual Care Coordinator

0

Leave a Reply

Your email address will not be published.