Números 27:22-23

Moisés hizo lo que el Señor le ordenó. Tomó a Josué y lo puso delante del sacerdote Eleazar y de toda la comunidad. Luego le impuso las manos y le entregó el cargo, tal como el Señor lo había mandado.

Cuando miramos la vida de Josué encontramos un guerrero valiente, obediente a Dios y entregado a sus deberes, pero no siempre fue así. Josué comenzó siendo el asistente de Moisés. Lo acompañaba a sus “diligencias” importantes y aprendía directamente de Moisés. Por ejemplo, Josué fue el único que acompañó a Moisés al monte Sinaí, tal como lo vemos en Éxodos 24:13 que “Moisés subió al monte de Dios, acompañado por su asistente Josué”.

Josué creció en experiencia y aprendió directamente de Moisés, su líder. Para Josué, Moisés era su modelo a seguir y parece que Moisés hizo bien su tarea puesto que encontramos que Dios dice “en quien está el Espíritu” refiriéndose a Josué cuando le ordenó a Moisés que le entregara el mando:

Números 27:18-21

El Señor le dijo a Moisés: —Toma a Josué hijo de Nun, que es un hombre de gran espíritu. Pon tus manos sobre él, y haz que se presente ante el sacerdote Eleazar y ante toda la comunidad. En presencia de ellos le entregarás el mando. Lo investirás con algunas de tus atribuciones, para que toda la comunidad israelita le obedezca. Se presentará ante el sacerdote Eleazar, quien mediante el urim consultará al Señor. Cuando Josué ordene ir a la guerra, la comunidad entera saldrá con él y, cuando le ordene volver, volverá.

Adicionalmente, Josué fue uno de los 12 espías que fueron enviados por Moisés a explorar la tierra prometida. Junto con Caleb, fue quien dio un parte positivo a su regreso de la tierra de Canaán. Se cree que su particular forma de ver la vida en positivo la aprendió estando al lado de Moisés la mayor parte del tiempo. Su positivismo permitió que no renegara de Dios, motivo por el cual Dios quiso que Josué fuera uno de los dos únicos adultos que estuvieron en esclavitud en Egipto que realmente lograron entrar a la tierra prometida.

Podemos aprender de la vida de Josué que ser un buen líder depende en gran parte de tener un buen líder, un modelo a seguir que nos motive a ver la vida de manera diferente, siendo positivos y aceptando la voluntad de Dios para nosotros. Al fin y al cabo, Romanos 8:28 dice que a los que amamos a Dios, todas las cosas nos ayudan a bien. Tenemos el gran regalo de poder escoger racionalmente nuestros modelos a seguir, ellos tendrán un impacto definitivo en nuestras vidas si tenemos en cuenta que el mejor modelo a seguir es una persona que demuestre vivir su vida para Dios.

En la vida cristiana es muy común el discipulado. No solamente discipular sino ser discipulado, ¿estás siendo discipulado por una persona para quien Dios es lo más importante? En otras palabras, ¿Tienes un Moisés en tu vida? ¿Estás viviendo tu vida de forma que otros quieran ser discipulados por ti? ¿Eres el Moisés de alguien?

Es hora de vivir tu vida de manera más intencional, es hora de esforzarse y de creerle a Dios. Puede ser difícil, pero si aún no lo has hecho es hora de comenzar ¿Qué ajustes necesitas hacer en tu vida? ¿Qué compromisos debes asumir contigo mismo frente a Dios y tu relación con Él? Puede ser difícil pero el Señor te fortalecerá.

Josué 1:6-9

“Sé fuerte y valiente, porque tú harás que este pueblo herede la tierra que les prometí a sus antepasados. Solo te pido que tengas mucho valor y firmeza para obedecer toda la ley que mi siervo Moisés te ordenó. No te apartes de ella para nada; solo así tendrás éxito dondequiera que vayas. Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito. Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas”

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One comment

  1. carolina zuñiga

    ME ANIMA Y DESAFIA A CONTINUAR MODELANDO CON MI VIDA, Y CONTINUAR DISCIPULANDO A MUCHOS.

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