Jesus's Disciples

Pocos días antes de ser crucificado Jesús estaba teniendo una dura conversación con sus discípulos, les estaba contando que iba a sufrir fuertes torturas, que lo iban a matar pero al tercer día resucitaría. Esta conversación pronto se convirtió en una clase sobre cómo ser Su discípulo:

Mateo 16:24 Luego dijo Jesús a sus discípulos: —Si alguien quiere ser mi discípulo, tiene que negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme.

¿Cómo ser discípulo de Jesús?

Esta magistral clase, enseñada por el Maestro de maestros puede ser hoy desglosada para mayor entendimiento:

  1. Negarse a sí mismo: esto es abandonar nuestros propios deseos y costumbres. Dejar de hacer lo que nos gusta para hacer lo que Jesús quiere que hagamos. No solamente es dejar de pecar, es dejar de hacer lo que preferimos para hacer lo que Dios prefiere que hagamos.
  2. Tomar su cruz: primero que todo debemos entender que la cruz fue por muchos años la herramienta favorita de los romanos para realizar ejecuciones. Era un sinónimo de consecuencia dolorosa para el ofensor y su familia. La cruz que Jesús nos indica que debemos tomar es una cruz metafórica pero que podría llegar a tener implicaciones similares a las de hace 2000 años. Tomar nuestra cruz para seguir a Jesús es una decisión que puede llegar a implicar exposición al dolor en público e incluso a la muerte. Tomar mi cruz es aceptar la voluntad de Dios para mi sin pensar en las consecuencias. Las circunstancias actuales de tu vida NO son tu cruz, como tampoco lo son las consecuencias de tus acciones.
    Tomar nuestra cruz no es abandonar el pecado, es reconocerlo, hacernos responsables de él y llevarlo en nuestro viaje mientras desarrollamos el tercer punto… seguir a Jesús. Tomar nuestra cruz no es opcional si queremos seguir a Jesús, debemos hacerlo para ser dignos de Él (Mateo 10:38) y ser su discípulo (Lucas 14:27) a pesar de nuestro pecado.
  3. Seguir a Jesús: finalmente, el maestro nos invita a ponernos en movimiento y seguirlo. No debemos quedarnos ahí sentados. Seguir a Jesús implica movimiento y no es un movimiento en cualquier dirección, a la deriva. La pregunta es: ¿Qué tan cerca lo quieres seguir?

En conclusión, para ser discípulo de Jesús debes necesariamente hacer cambios en tu vida, cambiar de dirección, dejar de hacer lo que tu decides hacer para ser más obediente a lo que Él quiere que hagas. Ser discípulo de Jesús implica reconocer tu pecado y con responsabilidad llevarlo en tu viaje mientras sigues a Jesús de cerca, que puedas escuchar su dulce voz y sentir su aliento. Que él pueda escuchar tus pasos y tenderte la mano si intentas caer.

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One comment

  1. luis theran

    Que enseñanza hermosa realmente ministro mi vida ” no son mis planes es estar dispuesto a que los planes de Dios sean realmente lo míos”

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