Hebreos 11:7 Por la fe Noé, advertido sobre cosas que aún no se veían, con temor reverente construyó un arca para salvar a su familia. Por esa fe condenó al mundo y llegó a ser heredero de la justicia que viene por la fe. |
Encontramos en el hall de la fama de Hebreos 11 una mención especial a Noé y por su puesto a su fe, pero si queremos saber de Noé y su fe, no es Hebreos 11 lo que deberíamos leer sino la historia real en el libro de Génesis donde se describe a Noé como un hombre justo, honrado y que siempre anduvo fielmente con Dios (Génesis 6:9), su edad pasaba los 500 años de edad cuando comenzó a construir el arca (esto era posible en la antigüedad debido a que la atmosfera era diferente a la que hoy conocemos).
Noé era un hombre justo, pero él era la excepción. Dice la biblia que “la tierra estaba corrompida y llena de violencia”, la década entre finales de los 80 y comienzos de los 90 no era nada comparado con lo que se vivía en los tiempos de Noé y Dios tomó una decisión que compartió con Noé: “He decidido acabar con toda la gente, pues por causa de ella la tierra está llena de violencia. Así que voy a destruir a la gente junto con la tierra” (Génesis 6:13) y le ordenó a Noé construir un arca dándole instrucciones claras sobre los materiales, medidas, estructura, quienes entrarían en ella y el alimento necesario. Adicionalmente, Dios estableció un pacto con Noé mediante el cual salvaría a su familia y los animales con ellos.
Vemos en diferentes partes de esta narración “Noé hizo todo según lo que Dios le había mandado” y a sus 600 años de edad comenzó a caer la lluvia sobre la tierra. Cayeron fuertes lluvias durante 40 días y la tierra estuvo inundada por 150 días. Cuando la tierra se secó nuevamente Dios hizo esta maravillosa afirmación “Aunque las intenciones del ser humano son perversas desde su juventud, nunca más volveré a maldecir la tierra por culpa suya. Tampoco volveré a destruir a todos los seres vivientes, como acabo de hacerlo” (Génesis 8:21).
Debo aclarar que la historia del arca de Noé ha sido probada como una real y ha sido confirmada con rigor científico. Hace unos años encontraron los restos del arca de Noé en el monte Ararat con la exactitud de medidas que muy pocos esperaban.
También hace poco tiempo, se inauguró en Kentucky, Estados Unidos un museo-restaurante que es una réplica a escala real (1:1) del arca según de descripción en la biblia y han logrado demostrar que si fue posible poner dos animales de cada especie dentro de esas dimensiones incluyendo la alimentación.
Después de todo esto “Dios bendijo a Noé y a sus hijos” y estableció un pacto para nunca más volver a destruir la tierra con agua y como señal del pacto creó el arcoíris.
Pero realmente lo más importante de la historia de Noé y su fe no es ni Noé ni su fe, es lo que los eventos en esta historia representan. La tierra se había corrompido y la gente se había alejado de Dios, pero debemos saber que el pecado no interrumpirá la promesa de salvación que Dios hizo a toda la humanidad mediante Adán y Eva. Esto se puede ver en todo el antiguo testamento: el pecado de Adán y Eva no interrumpió el plan de salvación, así como tampoco sucedió con la mentira de Abraham, el engaño de Isaac, el asesinato cometido por Moisés, y la lista podría continuar. Después de pecar, ni Adán ni los demás protagonistas de estas historias estaba esperando escuchar buenas noticias de Dios, pero así fue, todos tuvieron consecuencias, pero también recibieron misericordia. Dios siempre salva a sus hijos a pesar de nuestro pecado y lo hace para su propia gloria.
Nuestra salvación sucede solamente por la gracia de Dios que ha sido manifestada en la promesa de Dios de un redentor que llegaría de una vez por todas. Un redentor hacia el cual apuntan todos los pactos que Dios hizo con el hombre en el antiguo testamento
El arcoíris en la historia del diluvio universal es solamente una imagen de Jesús de Nazaret, quien se ha hecho hombre y ha llegado a ser el que garantiza un pacto superior (Hebreos 7:22).
Nuestra salvación está en Jesús, Él está esperando a que tu aceptes su llamado, su sacrificio y su misericordia. No importa tu pecado porque en Él el pasado no existe más y somos nuevas creaturas (2 Corintios 5:17). Hoy es un buen día para asegurar tu eternidad y aceptar a Jesús como tu Señor y Salvador.
una palabra muy linda. siempre el amor y la misericordia de DIOS nos alcanzan.