Cuando Dios entregó la ley a Moisés le dio instrucciones muy claras acerca de cómo debía ser enseñada de generación en generación. La ley debía grabarse en el corazón y ser enseñada continuamente… Otras versiones dicen que debía ser repetida constantemente, para que quedara en la mente y corazón de cada israelita.
Ese mandato sigue vigente hoy, es nuestra responsabilidad guardar la Palabra de Dios en nuestro corazón y como padres inculcarla en nuestros hijos; la iglesia y el colegio pueden apoyar esta gran labor, pero delante de Dios los padres son los que deben instruir a sus hijos en la fe y obediencia a Él y Su Palabra.
En ocasiones puede parecer que no está sucediendo nada en el corazón de nuestros hijos, el sentimiento de fracaso al sembrar la Palabra de Dios o el cansancio, pueden llevar a desear rendirnos ante esta tarea, en esos momentos debemos recordar:
No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.
Gálatas 6:9 (NVI)
Estamos haciendo el bien, estamos sembrando la Palabra en su corazón para vida eterna y no debemos desmayar porque cosecharemos bendición.
Expertos en neurociencia han observado que las memorias asociadas con experiencias espirituales o profundamente significativas, como los pasajes de la Biblia, pueden resistir las consecuencias de enfermedades como el Alzheimer más que otras memorias.
El famoso cantante y músico Glen Campbell, quien fue diagnosticado con Alzheimer en 2011, continuó mostrando una notable capacidad para recordar las letras de sus canciones, muchas de las cuales fueron canciones espirituales o basadas en pasajes bíblicos. A lo largo de su carrera, Campbell había sido influenciado por la música cristiana y, a pesar de los efectos de la enfermedad, aún era capaz de cantar sus himnos favoritos.
La Palabra de Dios que sembremos en nuestros hijos permanecerá para siempre y en algún momento dará fruto. Esa es nuestra fe y no debemos desmayar en repetirla a nuestros hijos sin importar la edad que tengan, porque:
Sin duda, la palabra de Dios es viva, eficaz y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.
Hebreos 4:12 (NVI)
La Palabra hará su obra en cada corazón, nosotros obedezcamos al instruir, guardar, repetir y memorizar, Dios hará lo suyo.
Oremos:
Padre Celestial, reconozco que es tu Palabra la que debo sembrar en el corazón de mis hijos, te pido que me des la sabiduría para hacerlo, la fortaleza para no desmayar y la fe para creer que no siembro en vano. Gracias por tu Espíritu Santo que me ayuda cuando no tengo fuerzas y quiero rendirme, ayúdame a perseverar hasta el fin y ser un hijo que trae alegría a tu corazón. En el nombre de Jesús, amén.
Rodrigo & María Helena Yepes
Spiritual Care Coordinator